Otra de las escenas importantes, cuando el juez y profesor Ernst Janning (Burt Lancaster) decide declararse culpable y confiesa que en el caso Feldenstein (a un judío de 60 años se le condenó a muerte bajo la sospecha de "contaminar la sangre" de una joven alemana) se había decidido antes de realizar el juicio y fue una "parodia a la justicia".
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